lunes, 1 de febrero de 2010
La ética de Avatar: La censura de un comentario
Tal vez lo más pertinente es hablar de cómo se muestra lo fabulado. La “realidad” lo asimila dentro de esta acepción, dejándola como base del entendimiento. Si Avatar languidece en su postura ecológica, no es materia de discusión, sino cómo se presenta ante nuestra perspectiva. ¿Acaso no somos una sociedad anómica? ¿Acaso esto no es producto de la hiperralidad? ¿Acaso no somos, lo que el psicoanálisis define como, cínicos?
Si el filme encuentra algún escollo, finalmente el espectador acudirá a verlo porque simplemente le interesa complacer su goce. Ahora, tras lo expuesto ¿si incurre en una falta ética, es correcto que las personas, con conocimiento de ello, aún la vean?Evidentemente no se detendrán a reflexionar sobre lo mencionado antes de entrar a un cine, más aún si gana el premio de la Academia.
A las personas solo les interesa lo que el narcisismo les indica, la modernidad no está más entre nosotros, por eso todos –o casi todos- respondemos a lo que el capitalismo tardío nos condiciona.
El ecologismo, y tantas otras labores sociales, son el último intento por evitar la catástrofe, pero no porque les importe el Otro (el gran Otro), sino porque simplemente no quieren derretirse con el calentamiento global;es un interés enmascarado, no por un bien social, sino porque ya no podrán disfrutar de su playa o club, como habitualmente están acostumbrados.
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3 comentarios:
Elder Cuevas, eres un pobre idiota, todos en la Universidad de Lima te odian porque eres un pobre huevón desubicado, que se cree mucho pero no vale ni mierda. Tu semiótica te lo puedes meter por el ortocentro.
Los mas odiados son brillantes porque opacan al resto gran articulo.
Los mas odiados son brillantes porque opacan al resto gran articulo.
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